lunes, 13 de octubre de 2014

Sequía

Hacía tiempo que no llovía y él lo deseaba desde hace mucho. La ocasión era idónea para que ocurriese tal raro fenómeno, tanto dolor solo podía ser reflejado con una lluvia intensa de esas que es capaz de asustar a la gente. Él solo quería sentir el agua en su piel, ver las gotas agarradas a sus secos labios sufriendo con miedo por no caer en el vacío tan oscuro que una vez las creó. Pero no llovía, tenía todo lo necesario para llover pero no caía nada. Tal vez había llovido demasiado en verano o quizás agotó las reservas de agua con cada noche de invierno.

Deseaba llegar corriendo a su casa, tirarse en la cama, taparse la cara con la nube y empezar a llover. Hacer negra su cama de tanta lluvia y gritar algún trueno de vez en cuando, estremeciendo a todo extraño que lo oyese. Titubear tímidamente sin levantar la sorpresa de nadie para luego llamar la atención creando inundaciones en las calles. Que los niños ignorantes de lo que pasara allí arriba salieran corriendo a la calle para beber una lluvia mal producida. Que los enamorados suspiraran pegados a una ventana, pensando en aquel o aquella que les hacia feliz mientras observaban como la lluvia hacia de una calle un autentico rio de paz y calma.

Quería que viniera ella, quería equivocarse delante de ella, quería que ella le detuviese, la quería a ella. Que llegara para alumbrar su corazón y secar su lluvia, dejando parte de ésta en el aire para que alguien la respirase a la vez que creaba una amplia sonrisa. Quería y quería pero nunca aprendía a querer, a añorar, a amar…

Deseaba que apareciera entre su cama dejándole ciego, lo bastante para no recordar la razón por la que llovía. Ella le abrazaría por detrás y el soltaría las últimas gotas de alegría, formando un horizonte de siete colores cada uno más brillante que el anterior.

Pero no llovía y cada vez se hacía más oscuro, más tenebroso, más espeso, más él. Había dejado lugares yermos con gente que suplicaba y rezaba para que lloviese pero a él no le salía. Tenía las ganas pero le faltaba el agua al igual que tenía la esperanza pero le faltaba ella.